

Soy economista y trabajé durante más de 20 años en varias multinacionales en Madrid, te aseguro, nada que ver con el crochet, hasta que las vueltas de la vida y el trabajo de mi marido, me llevaron a vivir de expatriada con mi familia a México y después a São Paulo, donde resido hace 5 años.
Fue difícil adaptarse de repente a no tener un horario fijo y una rutina de trabajo. Pero aproveché para buscar otras motivaciones para encontrar mi lugar, y dedicar la cantidad de tiempo libre que tenía a hacer algo diferente y sobretodo que me gustara.
Así, probando diferentes cosas, descubrí algo que tenía escondido y no lo sabía. Quizá te haya pasado que no sabes qué habilidad puedes tener oculta porque no lo hayas descubierto aún. En mi caso siempre fui un desastre para cualquier manualidad.
Nunca imaginé que con el crochet, además de servirme de desconexión y entretenimiento adictivo, fuera capaz de hacer bolsos, clutch, cestillos , etc, y que además resultasen bonitos y funcionales.
El origen de todo esto probablemente fuese el ver a mi madre toda la vida enganchada a labores de crochet, mientras yo la miraba hipnotizada. Entonces siendo niña cogí una aguja de ganchillo, por imitarla, y aprendí a hacer los puntos básicos. Y ahí quedaron, guardados en algún rincón de mi cabeza para ser redescubiertos años más tarde.
Ha sido en São Paulo, de la mano de Thiago Rezende (@homemnaagulha), donde aprendí a hacer mi primer bolso. A partir de ahí junto con el empuje de mis amigas que me pedían les hiciera bolsos, y me animaban a venderlos, surgió Malula Bolsas.
Me gustaría enseñarte lo que sé, para que tú también puedas descubrir tu habilidad y creatividad.